jueves, 23 de febrero de 2012

Diaguitas


Los Diaguitas son las comunidades que ocuparon el corazón del Noroeste de Argentina, es decir, los Valles y las Quebradas.

Se dice que fueron los incas del Perú quienes los llamaron “diaguitas” – es decir, “serranos”- a la mayoría de los indígenas del Noroeste argentino. Y “serranos” fue un buen nombre, porque eran gente de las sierras y las montañas, de los valles y quebradas que hay en esas serranías entre 1.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. En realidad, diaguita, es una forma general de llamar a muchísimos grupos que eran tan independientes entre sí como para tener cada uno su propio jefe, su territorio y un nombre que lo identificara. Diaguitas eran los quilmes, cafayates, yocaviles, capayanes y muchos otros. Pero todos ellos estaban aglutinados alrededor de un elemento común: su lengua, el cacán.

Diaguitas en el pasado

SU LENGUA. EL CACAN

La lengua cacán otorgaba unidad a estos pueblos y de ella poco se sabe pues para los españoles resultó muy difícil de entender y pronunciar y prefirieron comunicarse en quechua, que era el idioma de los incas, conocido por muchos diaguitas.

El cacán dejó de hablarse hace más de doscientos años. Era un idioma lleno de sonidos guturales si bien algunas de sus palabras han perdurado en los nombres de cerros, ríos y localidades del Noroeste Argentino: Payogasta, Nonogasta, Aconquija, Lurutacao…
Todavía en la actualidad el pueblo diaguita utiliza muchos vocablos del cacán para comunicarse entre ellos, sobre todo en las ceremonias religiosas y para denominar objetos, aunque también conocen el castellano. Las palabras en lenguacacán, engloban ideas.
Pero no sólo la lengua unía a estas comunidades. Otros factores como la economía,  la organización social y la cosmovisión, definen una cultura diaguita única.
LA ECONOMÍA
Se calcula que la población total de diaguitas llegó a ser de 200.000 habitantes. Los diaguitas construyeron grandes poblados semiurbanos que en algunos casos llegaban a los 3.000 habitantes. Para mantenerlos contaban con una avanzada tecnología agrícola y con una amplia gama de recursos económicos. El cacique era el encargado de organizar y proteger a su pueblo.
Los diaguitas eran fundamentalmente agricultores sedentarios cuyos productos principales eran el maíz, zapallo y porotos. Criaban llamas y alpacas de donde sacaban lana para sus tejidos y también como carga. La mayor parte del año se dedicaban a la ganadería, pastoreo de camélidos, de los que obtenían carne que secaban al sol para obtener charqui.También ejercían la recolección de la algarroba y el chañar.
Los diaguitas eran buenos alfareros. Cada familia fabricaba sus ollas, cantaros y vasijas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Tenían fuertes jefaturas hereditarias que ejercían su poder sobre varias comunidades.
La familia monogámica era el núcleo vital de la comunidad. El cacique era el único que practicaba la poligamia.
COSMOVISION
Como cultura andina, eran adoradores del sol, el trueno y el relámpago.
Celebran rituales propiciatorios de la fertilidad de los campos y sus ritos funerarios eran muy elaborados en los cuales sacrificaban llamas o alpacas que se enterraban en directa relación con el difunto, lo que evidenciaba la importancia de la ganadería.
Cada pueblo tenia un sacerdote “chamánico” que se encargaba de los ritos, las ceremonias religiosas y la salud de la población.
LA CONQUISTA ESPAÑOLA
A la fecha de la conquista española, 1531, la cultura diaguita presentaba una unidad que era consecuencia de un largo proceso de desarrollo cultural y con influencias de varias regiones del continente.
Los diaguitas formaron un gran ejército que consiguió  rechazar a los invasores hasta 1665. A partir de entonces, los españoles, para evitar rebeliones, dividieron y desarraigaron a los diaguitas.

Diaguitas hoy

En la actualidad la Comunidad Diaguita no cuenta con una cifra de población fiable ya que muchos de ellos no son registrados al nacer o cuando hay un censo niegan su procedencia por avergonzarse de ella.
Al habitar las altas montañas, territorio de difícil acceso al que sólo se puede llegar a caballo, la inmensa mayoría no conocen “ La Villa ” que es la población mas cercana, con unos 3000 habitantes, y que se llama San Agustín de Valle Fértil.
LA SEQUIA
Actualmente, la sequía es un problema.  Desde hace varios años impide el cultivo de plantas y hortalizas. La desertización es terrible pues, entre los incendios debido a las altas temperaturas que soportan en verano y la nula planificación de forestación para repoblar los árboles que los hombres cortan para su uso, cada vez el terreno es más desértico. La erosión del suelo es muy grande y, cuando llueve, sufren inundaciones pues la tierra no esta fijada con vegetación. De siempre es una zona de escasas lluvias pero últimamente se ha agudizado mucho este problema.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Muchos diaguitas se dedican a ser “hacheros” desde pequeños y venden la leña para obtener algo de dinero. Otros se dedican a cuidar cabras y algunas vacas. A pesar de habitar esta zona desde hace once mil años, ellos no son propietarios de sus tierras y las personas con recursos compran grandes extensiones para el cultivo o la ganadería, que cercan con alambradas. Al impedir el paso, los pobladores no pueden recoger los frutos de las plantas autóctonas, tan necesarios para su alimentación. También vallan el paso de los ríos y entonces no pueden llevar a sus animales a beber o pescar en sus aguas.
En el municipio de Valle Fértil existen dieciocho escuelas públicas. Las escuelas son unitarias, (todos los niveles de primaria juntos) con un solo o a lo sumo dos maestros para atender a la población infantil de una zona muy amplia. Los dividen en dos grupos grandes que son atendidos por el único maestro o por los dos, si es el caso.
Al no haber carreteras ni caminos transitables con coche, los niños se desplazan en caballos, burros y mulas desde grandes distancias, tardando en su desplazamiento de una a dos horas diarias.
Las clases comienzan a las 9,00 horas de la mañana, finalizando a las 13,00 horas. En las escuelas, gracias al proyecto de la ONGD el maestro les da de comer, razón por la cual los padres les permiten desplazarse tan lejos. Hasta hace dos cursos,  la escuela recibía una partida de dinero para la comida de los niños, pero era muy pequeña y apenas les alcanzaba para los primeros 15 días del mes. Desde hace dos cursos, han suprimido esta ayuda, dándole a los padres una pequeña cantidad de dinero para cubrir las necesidades alimenticias del niño, pero los padres, en muchos casos, la destinan para otras necesidades. También recibían  dinero para “la copa de leche”, el desayuno, pero cubre las necesidades de los primeros ocho días del mes.
Los maestros y los niños de las escuelas de más difícil acceso se quedan a dormir durante 10 días seguidos en la escuela descansando 5 pues no pueden irse diariamente a su casa. Estos maestros son además de docentes, cocineros, psicólogos, asistentes sociales, sanitarios y ayudan en lo que pueden a los niños y adultos. Como uno se puede imaginar, su oficio es totalmente vocacional y esto se expresa en todo su comportamiento y expresión verbal: valorando a sus alumnos, alentándoles en su esfuerzo dedicándoles todo su tiempo y afecto. La escuela es el aglutinante de todas las necesidades de la población de la zona.
Durante el tiempo en que están los niños en la escuela, los animales de carga se quedan también en los alrededores de la escuela, lo que complica todavía más la situación de las familias pues al disponer éstas de pocos animales les impide desplazamientos ó los tienen que hacer andando. Los padres hacen un gran esfuerzo para dejarles estar en la escuela a sus hijos pues los necesitan para el cuidado de los animales y ayudar en las labores de la casa. Por estos y otros motivos, el absentismo es frecuente pues, aunque los niños tienen mucho interés en acudir a la escuela, los padres los necesitan para llevárselos a recoger las cosechas del valle o a la extracción del mineral que arrancan con sus manos para después cambiarlo por alimentos.
Las familias viven en ranchitos de adobe compartiendo espacio con los animales. Hay muchos casos de desnutrición crónica ya que los padres tienen muy poco alimento para ofrecer a sus hijos. Ninguno tiene agua ni luz y viven con extrema precariedad en todos los sentidos. El problema de la falta de agua es acuciante pues se tienen que desplazar grandes distancias para obtenerla. En las escuelas  tienen pozo ya que poseen energía solar y pueden disponer de un motor para extraerla. Frecuentemente se estropea este motor y tardan mucho en arreglarlo por falta de recursos.
Podrían extraer el agua mediante pozos, pero no tienen dinero para ello. Tampoco pueden plantar huertas pues no hay agua y no pueden comprar hortalizas ni carne pues se les estropean enseguida debido a las altas temperaturas del verano. Como están padeciendo una atroz sequía, cada vez es más difícil encontrar pasturas para el ganado y frutos con los que alimentarse y los desplazamientos con los rebaños
En verano ya no encuentran zonas de pastoreo, pues antes llevaban los rebaños a las montañas, pero ahora también escasea en las zonas altas.

jueves, 9 de febrero de 2012

Preexistencia étnica y cultural

Articulo 75: Preexistencia étnica y cultural

Artículo 75 Inciso 17 Constitución Nacional Argentina

 Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.
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